Vida Política

Cronología

Silverio ya estaba fuera de la más bella de todas la fiestas, la fiesta de los toros y todo lo subsecuente al retiro. No había ya para que ir a entrenar. ¿Qué hacer?, se preguntaba. El poco dinero que la empresa le pagó por su despedida se había visto menguado por el cobro que hizo de flores, serpentinas, confeti y dianas y lo invirtió en la granja. Compró una planta pasteurizadora de leche, hablo del año de 1953.

 

Decidieron ir a vivir a Pentecostés, Pachis como siempre, apoyándolo  se fueron a trabajar el rancho de ganado lechero. El cambio fue brusco pues no  había luz y los  caminos en la temporada de lluvias eran absolutamente inaccesibles. Tomaron  la precaución de instalar una planta de luz para proporcionar servicio a la casa lo que resulto complicado para toda la familia porque claro, habían horarios para tenerla encendida. A sus 37 años de edad y pleno de facultades tanto físicas como mentales y acostumbrado a trabajar desde los siete años de edad, esta situación se le hacía intolerable. Pero no hay duda de  que hay un Dios y le abrió un camino lleno de luz, de esperanza y de trabajo.

El Doctor Gustavo Baz, respetado candidato a la gubernatura del Estado de México pasó por Texcoco, toda la comunidad le preparó un gran festejo al cual no le invitaron, más cuando pasó por Pentecostés el Dr. Baz lo mandó llamar y le invitó a subir a su automóvil; y así, sin esperárselo le dijo: Silverio, ¿acepta usted colaborar conmigo como Presidente Municipal de Texcoco?.... Claro que si, respondió!!, siempre y cuando usted me ayude.... Por supuesto que si Silverio y juntos, vamos a hacer mucho por este municipio.

 

Ese fue el inicio de la actividad, que no vida política de Silverio aun y cuando con anterioridad había sido por una época Síndico Procurador y dos años Presidente de la Junta de Mejoras Materiales del Municipio habiendo logrado en ese lapso el arreglo de la carretera México-Texcoco cuando en una corrida de toros le brindó el toro al entonces Secretario de Comunicaciones, de inmediato Silverio le pidió el arreglo de la carretera México-Texcoco, apoyo que le brindó de inmediato.

Klematis

El Presidente de la República
Lic. Adolfo López Mateos

 

Tomó posesión como Presidente Municipal la primera vez el día 1o de enero de 1958. Se encontró con un Texcoco depauperado, careciente de todo: De luz, el alumbrado público en el jardín que no era jardín, estaba ubicado “el mercado” y su aspecto era deprimente además de sucio. Había solo un poste de luz con un foco. “El Palacio Municipal” era una miseria, una vergüenza. No habían caminos, ni puentes y mucho menos  hospitales y escuelas en los pequeños poblados del municipio.

 

Se propuso trabajar con todo entusiasmo y capacidad con el objeto de proporcionarle a su municipio todo aquello en que pudiera servirle. Por supuesto, recurrió a sus amigos y a través de su compadre José Pagés Llergo solicitó a PEMEX 100 botes que bien pintaditos, los mandó colocar en cada esquina como depósitos de basura para que los niños y la gente mayor no tiraran la basura en las calles. Milagrosamente Texcoco se convirtió en una ciudad limpia. Ya no habían desechos en las calles.

 

Inmediatamente, solicitó al Dr. Gustavo Baz, para ese entonces ya Gobernador del Estado de México dignificar el palacio municipal y se reconstruyó. En su momento, fue para Silverio un orgullo. Por supuesto, el Dr. Baz fue a inaugurarlo.


Quince días después, en una gira de trabajo por el Estado de México, el entonces Presidente de a República Lic. Don Adolfo López Mateos visitó Texcoco y su flamante Palacio Municipal.

 

 

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Silverio y Gilberto Samperio en ese
entonces su secretario particular
despachando asuntos del municipio.

Silverio hizo muchas mejoras en el municipio: Escuelas, caminos, hospitales, introducción de agua potable, drenaje, recuperación de tierras, el rastro, orden, mucho orden. La gente, su gente confiaba en él y se organizaban para hacer faenas. Los pobladores encabezados por sus Delegados ponían mano de obra y el municipio les daba el material y así se lograron grandes cambios y beneficios. El principal...., confiar en su Presidente Municipal. Silverio nunca se aprovechó, nunca los engañó trabajaba a la par con ellos arreglando caminos, limpiando escuelas, recuperando tierras, fue absolutamente feliz. Organizaba festivales para obtener recursos. Quizá el más importante fue un mano a mano Silverio y Armillita en la Plaza México. Así pudo comprar el terreno en el que se construyó un Campo ´deportivo en Texcoco. Como lo disfrutó.

 

Aquí una anécdota de una cena a la que asistió y que lo pinta “de cuerpo entero”.  Fue en casa de su querido compadre José Pagés Llergo a la que asistieron: Agustín Lara, Pedro Vargas, Mario Moreno Cantinflas y Silverio, como invitado especial asistió el Lic. Ernesto P. Uruchurtu flamante Regente de la Ciudad de México, por supuesto se trataba de solicitarle algunos “favores”.


Agustín Lara y Pedro Vargas le solicitaron la ampliación de los horarios de los centros nocturnos que estaban restringidos apelando a que cuando la gente estaba más “contenta” por esas restricciones,  tenían que cerrar. A lo que se negó rotundamente.  Volteó a ver a Cantinflas y con cierto tono clásico del norte (el era Sonorense) le preguntó qué, que necesitaba y Cantinflas le solicitó autorización para elevar los precios de entrada a los cines ya  que había un tope de $4.00 (cuatro pesos 00/100). El quería estrenar su película,  La Vuelta al Mundo en 80 Días,  quería que “El Pueblo la viera” y con ese precio no le convenía y de inmediato, con un dejo de enojo le dijo…..   ¡De ninguna manera, sacrifíquese por su pueblo!!  Ya muy alterado y en ese tenor voltea a ver a Silverio y le dice….., ¡Y usted Silverio….., que quiere……,  Yo señor?, le contestó Silverio……., otro wisquito.  Terminó así la velada.


El Lic. Uruchurtu le preguntó a Pagés que era lo que Silverio quería y le dijo que le iba a pedir los albortantes de luz que estaba cambiando en el Distrito Federal para poder colocarlos en las calles de Texcoco y,  para sorpresa de Silverio…, al día siguiente,  no solo recibió los albortantes sino que le obsequió para el Municipio  un camión para recoger la basura nuevecito al que por supuesto le puso el nombre de “Siempre” como agradecimiento a su querido Compadre.

 

En otra ocasión hubo un accidente tremendo en la carretera que va a Tlaxcala en el que fallecieron varios jóvenes Texcocanos y en Texcoco, no había ambulancia. Tuvieron que ir a recoger los cuerpos

en una camioneta pick up lo que afectó mucho a Silverio. A los pocos días gracias nuevamente a Pagés Llergo, pudieron Carlos Arruza y Silverio tramitar en Guadalajara con el entonces Gobernador del Estado de Jalisco que no tiraran la Plaza de Toros del Progreso y en agradecimiento el empresario les hizo un obsequio. A Carlos, que entonces era rejoneador le obsequió un caballo que le había gustado

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Silverio con el
Presidente Eisenhower

mucho. Silverio por supuesto...., le pidió una ambulancia para Texcoco y Texcoco...., tuvo su ambulancia.

 

En otra ocasión fue invitado por el Presidente Eisenhower a una reunión de “Majors” del Estado de California en San Diego. Que experiencia tan grata. Ahí le obsequiaron una sirena para su ambulancia.

 

Cuantas experiencias, cuantas emociones, cuanto cariño y agradecimiento de Silverio para su pueblo, para su gente. Y como lo quisieron. Por supuesto no faltó el amargado que intentó sin conseguirlo, obstaculizar sus obras.

 

Silverio desempeñó las siguientes responsabilidades en el municipio de Texcoco:

 

En 1951 Síndico Procurador de Texcoco.

De 1955 a 1957 Presidente de la Junta de Mejoras Materiales del Municipio. (en ese lapso se reconstruyó la carretera México-Texcoco.

De 1958 a 1960 Presidente Municipal de Texcoco

De 1961 a 1963 Diputado Federal, cargo que no disfrutó mucho por no contar con un presupuesto que le permitiera seguir haciendo obras de beneficio para Texcoco.

De 1967 a 1967 Presidente Municipal por segunda ocasión

Posteriormente fue nombrado Coordinar de Desarrollo Agrícola y Ganadero del Estado de México.

De 1967 a 1969 Presidente Municipal por tercera ocasión. Fue durante este trienio que Silverio pudo lograr uno de sus grandes anhelos.

Rendir homenaje al gran Rey Poeta, guerrero y gran urbanista que hizo de Texcoco la Atenas de Anáhuac “Nezahualcoyotl” pidiéndole al Maestro Humberto Peraza erigiera una estatua digna del Rey de Texcoco y que se colocó majestuosamente a la entrada del Municipio de

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Silverio con el
Presidente Luis Echevarría

Texcoco.

 

La honestidad de Silverio fue irreprochable, no compraba conciencias ni repartía dinero que como siempre decía no era de él sino del Pueblo y claro, no faltó un grupo de personas bien organizadas que le ofrecieron se postulara para la  Gubernatura del Estado de México a lo que Silverio accedió con gran entusiasmo sin imaginarse que “lo iban a bajar del tren”.

 

Estando en una reunión llegaron unos enviados de la Presidencia de la República y le pidieron los acompañara, que el Presidente Gustavo Díaz Ordaz quería verlo. Muy sorprendido les acompañó, llegaron, lo pasaron de inmediato al Despacho Presidencial en donde fue recibido muy cordialmente por el Presidente. Le saludó y con toda seriedad le dijo....., Silverio, usted fue torero no?, más sorprendido Silverio le contestó que por supuesto...., pues en las corridas de toros hay que pedirle permiso al juez para matar al toro no?....,  claro Señor Presidente le contestó; pues a usted se le olvidó pedir permiso y el candidato a la Gubernatura del Estado de México va a ser el Prof. Carlos Hank González.

 

Silverio decidió terminar ahí su actividad dentro de la política.

 

 

Discurso que Pronunció Silverio el día de la toma de posesión como Presidente Municipal por primera vez, en el año de 1958

 

En la vida, que ha tenido como la de todos los hombres, días grises y días luminosos, he recibido satisfacciones múltiples. He formado un hogar limpio, he alcanzado para mis hijos un patrimonio honrado, he conquistado amigos tan valiosos que con frecuencia siento que no los merezco verdaderamente. Pero entre las satisfacciones más grandes, más preciadas, más bellas, cuenta indudablemente ésta, que me da la oportunidad de servir, con pleno amor y pleno entusiasmo, a mi pueblo, al que debo todo lo que soy y al que, ahora, una vez más, quiero entregarme por entero.

Si ese pueblo, al que me siento ligado entrañablemente pues mi orgullo mayor ha sido y será el no renunciar jamás a mi origen porque ello me aliente y me ennoblece; si ese pueblo, digo, me ha conferido, por su voluntad libre y soberana, este puesto de alta responsabilidad, como Presidente Municipal de mi solar nativo, yo lo acepto, no como un reconocimiento a mis virtudes personales, que son muy pocas y en extremo modestas, sino como un desafío cariñoso a mi capacidad de trabajo y de lucha y, sobre todo, como una obligación de desprendimiento y de esfuerzo, que ningún ciudadano.

 

Conciente de sus deberes con sus hermanos de patria puede rehusar, porque todos nos debemos a la labor suprema, que consiste en buscar, por medio de concordia y de justicia, el mejor bien para el mayor número posible.

 

Klematis

Despacho en la Presidencia
Municipal de  Texcoco

Aquí, todos me conocen. Y eso es una fortuna, porque no podré, aunque en algún  momento tuviera la tentación de hacerlo, exagerar mis cualidades para tratar de crear en el ánimo de ustedes una imagen falsa de mi persona. Ustedes conocen mis deficiencias y del mismo modo están ciertos de mis limitados alcances. Para mi gestión municipal, entonces, no ofreceré nada que no pueda cumplir cabalmente. A nadie le prometeré la luna y las estrellas, a nadie le diré que desde mañana vivirá en un perfecto paraíso. Somos un pueblo en crecimiento, formamos un país que se esfuerza denodadamente por superar atrasos, por desterrar miserias. Un ambiente de orden, un sistema de equidad, nos ha proporcionada ya avances considerables, logros felices; pero el camino a recorrer es largo y hemos de enfrentarnos a problemas difíciles, por lo que nos espera un trabajo arduo y difícil. Mi promesa es, en tales condiciones, sólo una: Trabajar mucho, con limpieza absoluta y sin descanso, Sin rehuir los problemas, sin achicarme ante los obstáculos, sin desoir jamás un reclamo o una demanda, porque aquí todas las voces honestas serán escuchadas y todos los propósitos justicieros serán atendidos.

 

La casa municipal, pues, no será recinto cerrado para nadie, por2que ésta no es, en rigor, torre de marfil o santuario para nadie. Ni pertenece en exclusiva a éste o a aquel, porque es la casa de pueblo. Una casa donde todos habremos de encontrarnos, sin distingos, para dilucidar y solucionar discrepancias y para unificar, en actos fecundos, las intenciones positivas. En esta casa, así, sólo habrá un mandato indeclinable, insoslayable, el del pueblo y una sola voz gobernadora, la de la ley. Mandato y voz a la que todos, yo el primero, debemos de someternos gustosamente, porque en el respeto fidelísimo al uno y a la otra hallaremos la fórmula infalible para dar a nuestro terruño la tranquilidad y la prosperidad que se merece y con toda la lealtad a la nación que nos sustenta.

 

Les habla su amigo, si, que nunca olvidará los deberes cariñosos que la amistad impone, pero sin desconocer esa noble condición humana. Les habla también el conciudadano, igualado con todos ustedes en el amor y la devoción a México, el que, a cambio de entregar en el trabajo que hoy inicia su máximo esfuerzo y su voluntad mejor de servirlos, les pide su comprensión y ayuda generosa.