Vida Taurina

Cornada zapatero

hijos de Silverio Pérez

El 13 de febrero de 1944 en la Plaza de Toros de El Toreo estaba anunciado Silverio, junto a Luis Castro “El Soldado” y Carlos Arruza, con toros de la ganadería de La Punta.

 

Esa mañana despertó triste escribe la Pachis en su libro “Mi Silverio Pérez Faraón y Hombre” Había tenido sueños extraños, que su mamá y Carmelo tomándolo cada uno de un brazo le decían que ya era tiempo de que se fuera con ellos, el se resistía a seguirlos y despertó casi gritando, muy impresionado, lleno de presentimientos. Silverio, que no las traía todas consigo, antes de partir a la Plaza hablo con su esposa “Pachis” para comentarle el estado que guardaban todos sus asuntos además de dejarle un cheque firmado por el total de su cuenta bancaria. El miedo lo dominaba, había perdido la confianza. Se fue a la Plaza con la certeza que no regresaría.

 

Salía por la puerta de los sustos el segundo toro de la tarde, primero para Silverio de nombre “Zapatero” el cual acusaba mal estilo y que en dos ocasiones le “aviso” a Silverio sus malas intenciones. A pesar de de tener la certidumbre de la peligrosidad de “Zapatero”, intento corregir con tres doblones el estilo áspero del astado, tanto así que ninguno de sus alternantes pudieron hacerle nada en los quites porque “achuchaba y se colaba peligrosamente por el lado derecho. El animal no ofrecía bases para una faena de las grandes. Pero Silverio era Silverio y las normas y las reglas y quizá hasta la lógica quedan al margen, doblones, naturales, derechazos, ayudados por abajo tremendos.

 

 


La multitud que llenaba la plaza se estrujaba. Llegó a ejecutar un derechazo que parecía ya casi imposible en el que el toro pasó sin poder  explicar cómo y por dónde pero  desgraciadamente,  vino lo inevitable, al intentar un cambio de mano por la espalda, el toro se venció y le dio la cornada más grave de su vida. El toro prendió por una pierna y se lo echó arriba y en un desesperado intento de ya no recibir tanto daño, se asió fuertemente con ambas manos al pitón para tratar de evitar que éste penetrará más profundamente causándole peores destrozas. El toro no “romaneó”, ya que de haberlo hecho la cornada hubiera sido mortal. Cuando al fin “Zapatero” derrotó y aventó lejos a Silverio, quien trato de levantare pero le fue imposible, quedándose en la arena desangrándose. El daño estaba hecho, la cornada había sido de tres trayectorias.


El parte Médico decía: “Silverio tiene una herida en la región inguiloestrafrontal derecha, con exteriorización de testículo, presentando tres trayectorias: Una hacia arriba que llega hasta la fosa iliaca externa interesando la piel, tejido celular subcutáneo, aponeurosis, desgarrando los músculos y el tejido celular subperitoneal. La segunda  hacia afuera, que llega a la cara externa del muslo y la tercera, que llega al tercio medio del muslo interesando tejido celular subcutáneo y aponeurosis y fibras musculares con 22 cts. de extensión. De no presentarse complicaciones, tardará en sanar 45 días. Firmaban: Dr. Ibarra, Rojo de la Vega, y Herrera Garduño.


Silverio sufría intensos dolores. Aún no se conocía la penicilina y el más grande temor de los médicos era la aparición de una infección. Pasadas las primeras angustiosas 72 horas, los doctores al fin se mostraban optimistas sobre el futuro de Silverio. Durante los 19 días que paso en el Hospital, recibió grandes muestras de cariño del público y personajes de la farándula, como Jesús Martínez “Palillo”, quien a tono de broma, le sugirió a Silverio que cobrará la entrada al Hospital por la cantidad de aficionados que acudieron al hospital a saludarle y a expresar su cariño.


En cuanto salió del Hospital, Silverio fue a dar gracias a la Virgen de Guadalupe, por haberle permitido salir con bien de aquel percance.

Con motivo de la cornada de Zapatero y de lo mucho que conmovió a la afición, Graciela Olmos mejor conocida como “La Bandida”, amiga incondicional de Silverio sin ninguna “mala idea”  todo lo contrario, lo cuidaba y lo protegía  mucho, le compuso el paso doble abajo escrito y por supuesto igualmente lo grabó.

 

Cornada de Zapatero el 13 de febrero de 1944.

 

No olvido
Ese 13 de febrero cuando el toro zapatero
En sus astas te prendió.
Silverio, después de esa gran faena
Tu cuerpo rodó en la arena
Con tu sangre se empapó.

 

Silverio, que tristeza se veía y la multitud decía
Silverio, silverio como admiramos, tu arte y gran valor.

 

Luchaste en las astas del burel y apareció tu traje
Como espléndido clavel
Silverio, era angustia en los tendidos
Se escuchaban tus quejidos
Y lloramos tu dolor.

 

Silverio, cuanto deja la alegría
Torre de la torería
Silverio, como admiramos tu arte y gran valor.

 

Saliste, de la plaza como pocos
Gran torero de texcoco
Idolo de la afición.

 

Silverio, que angustia en los tendidos
Se escuchaban tus quejidos
Y lloramos tu dolor.

 

Silverio, cuanto deja la alegría
Torre de la torería
Silverio como admiramos
Tu arte y gran valor

 

 

Recuperación de Silverio en el hospital

 

  hijos de Silverio Pérez

Esta historia blanca de un sentimiento; el sentimiento de "Pancholín", el hijo de Silverio.

 

El sentimiento de Pancholín, el hijito de Silverio vio que el Compadre le prodigaba cariños a Silvia su hermana y se fue resbalando esperando una caricia también.

hijos de Silverio Pérez

2.   Pancholin llegó esa mañana dominguera
con Silvia su hermana a ver a Silverio.

hijos de Silverio Pérez

3.   Estaban felices Pancholín y Silvia. Hacía una semana
apenas que había llegado Silverio con las carnes hechas pedazos.

hijos de Silverio Pérez

4.   El Chico comenzó a notar que Silvia era la que controlaba
en ese momento el entusiasmo del Compadre.

hijos de Silverio Pérez

5.   Silvia es una muñeca, trae al Compadre de
las puras orejas.

hijos de Silverio Pérez

6.   ¿Y a mi, no me vas a hacer cariños?,
Silvia entretando seguía feliz.

hijos de Silverio Pérez

7.   Con las ganas que tenía de ver a mi papá y
mi papá no me hace caso.

hijos de Silverio Pérez

8.  Silvia seguía apretando el brazo del Compadre
y Pancholín, callado.

hijos de Silverio Pérez

9.   Pancholín reaccionó. ¿Cuándo te levantas?

hijos de Silverio Pérez

10.   El Compadre envolvió entonces a Pancholín
con una expresión de ternura.

hijos de Silverio Pérez

11.   Silverio tenía ganas de que Silvia le hiciera una
de esas monerías que sabe hacer.

hijos de Silverio Pérez

12.   A ver Silvia, hazme "unos ojitos".

hijos de Silverio Pérez

13.  Pancholín hizo unos ojitos para ganarse
la atención de Silverio.

hijos de Silverio Pérez

14.   Los 3 muy contentos.