Vida Taurina

 

Hablar del Maestro Fermín Espinosa “Armillita” es hablar, como dice el Bardo de la Taurina en su libro “Silverio Pérez Diamante del Redondel”de una figura majestuosa en todos sentidos. Para Silverio el Maestro Fermín fue su guía, su ejemplo, su amigo, su compañero, su apoyo, en una palabra, su hermano.

 

Silverio conoció al Maestro Fermín en el año de 1935, para ser exactos, el miércoles 1o. de mayo en la Plaza de Toros de Tetuán, en la novillada en la que Silverio se presentó en España alternando con: Liborio Ruiz, Manuel Rodríguez “Manolete”, y Varelito Chico lidiando novillos de la ganadería de Don Esteban Hernández. Como es sabido, Silverio le brindó su segundo novillo al Maestro quién desde las primeras palabras que le dirigió en su vida estableció con él una comunicación, un afecto, un respeto que duraría toda la vida. “Silverio quédate quieto, el novillo es muy bueno”. Sabias y determinantes palabras en la vida de Silverio. Como agradecimiento a ese brindis y dándose cuenta el Maestro Fermín del potencial de Silverio, le obsequió un hermoso traje de luces verde y oro, nuevecito. Silverio apenas podía creer tamaña dicha.

 

A partir de aquel brindis se inició una firme amistad que con los años se habría de consolidar convirtiéndose Silverio no solo en su amigo sino en su compañero ya que Fermín lo llevaba a todos los lugares en donde toreaba.

Silverio manejaba el auto y de esa forma se sentía útil al amigo que tanto lo favorecía. Esto le brindó a Silverio la oportunidad de ver torear a los grandes toreros de esa época en España: Domingo Ortega, Marcial Lalanda, Manolo

Bienvenida y por supuesto, al Maestro Fermín Espinosa “Armillita”.

 

Ya en México, esa amistad continúo y por supuesto se consolidó. Todas las mañanas pasaba por el Maestro y se iban a entrenar a las plazas de toros. Fueron muchas las experiencias que vivieron juntos. Una de ellas, muy significativa fue, que antes de casarse el Maestro Fermín con la Srita. Ana Acuña, la que iba a ser su suegra, la señora Acuña se había enterado que ni Fermín ni Silverio habían hecho su Primera Comunión. De inmediato se apresuró a a hacer los trámites para que los dos pudieran cumplir dicho precepto y el 23 de marzo de 1937 ambos, vestidos de azul marino y ya entraditos en años, hicieron su Primera Comunión.

 

Silverio continuaba acompañando al Maestro en algunas plazas de los estados cuando no tenía compromisos y le seguía ayudando a manejar el auto que transportaba a la cuadrilla.

 

Ya siendo novios Silverio y La Pachis, por el año de 1937, fueron invitados a cenar a la casa de Don Fermín y Doña Mariquita, padres del Maestro, quienes los recibieron muy cordialmente colmándoles de atenciones y fue en esa cena cuando Pachis escuchó que el Maestro Fermín se dirigía a Silverio diciéndole “Negus”, a Pachis le gustó el sobrenombre y lo adoptó para dirigirse a él.  Desde entonces para ella fue “Mi Negus”.

 

Silverio y Pachis se casaron por el civil el 15 de junio de 1938 siendo testigo

del enlace el Maestro Fermín Espinosa “Armillita· quién después de la ceremonia los invitó a tomar una copa al restaurant “San Angel Inn”. La ceremonia religiosa se celebraría el 24 de junio del mismo año y por supuesto los padrinos fueron Fermín Espinosa y Consuelo Domínguez, hermana de La Pachis.

 

Silverio tomó la alternativa el 6 de noviembre de 1938 en la plaza de toros de Puebla, Pue. De manos del Maestro Fermín y si bien ese día el éxito no lo acompañó, tampoco el fracaso.

 

Fermín estaba resuelto a ayudar a Silverio en la mejor forma posible y ocho días después se lo llevó a Guadalajara y el domingo siguiente a Mazatlán y asi sucesivamente pues la fecha anunciada para la confirmación de la alternativa En la Plaza de Toros “El Toreo” de México era el 11 de diciembre de 1938, por supuesto confirmándosela el Maestro Fermín.

 

El 14 de febrero de 1939 nació el primer hijo de Silverio y Pachis y desde luego, cuando llegó el momento de bautizarlo sus padrinos fueron Fermín Espinosa y Anita su esposa. Y así Fermín pasó a ser aparte de amigo y padrino..., Compadre.

 

Debido a que durante toda la temporada taurina Silverio no había logrado destacarse en ninguna forma, Fermín le sugirió que se fuera con él a Portugal donde tendría más oportunidades de torear. Silverio no solo pudo torear más, sino que tuvo mucho éxito y fue en Lisboa donde las crónicas hablaban de la increíble lentitud con la que Silverio ejecutaba la verónica, a la que llamaron “un minuto de silencio”.

 

Silverio y Armillita en un espacio que tuvieron fueron a Burdeos, Francia ya que la esposa del Maestro, Anita, estaba próxima a dar a luz. Así es que también en esos momentos disfrutaron juntos de tan feliz acontecimiento.

 

Por supuesto...., El Maestro Fermìn le cortó la coleta el 3 de marzo de 1953 en la plaza de toros México.

 

Muchas e incontables fueron as experiencias que vivieron dentro y fuera del ruedo. La amistad y el cariño perduró siempre, el respeto y reconocimiento de Silverio hacia el Maestro Fermín se evidenció en todas y cada una de las ocasiones en las que Silverio Tenía oportunidad de mencionarlo. Nunca dejó de reconocerlo y por supuesto de agradecérselo guardando para él todo el respeto, el afecto y el cariño que en muy pocas ocasiones se puede sentir por un ser humano, que por su calidad, su integridad, su buen ser, se hizo merecedor.

 

El Maestro Fermín Espinosa “Armillita” cortándole la coleta a Silverio ell 1o. de marzo de 1953 en la Plaza de Toros  México

 

"Ese fue Fermín Espinosa “Armillita” en la vida de Silverio Pérez "