Testimonios

 

Testimonio Rosita Arenas

Rosa Arenas  / Noviembre 2009

 

 Mi Pachis y Silverio:

 

Esta carta está escrita en presente, porque presentes están el enorme cariño que siento por Uds. y el cúmulo de recuerdos que atesora mi corazón, especialmente Ud. Mi Pachis querida que tuvo siempre para mí la inagotable tarea de ser la trilogía de madre, amiga y confidente

 

Han caminado con Uds. mi infancia, mi adolescencia y mi madurez.

 

Relatar el caudal de vivencias y recuerdos no sería posible en esta breve carta, pero todo puede resumirse en decirles que los quiero , los he querido y los querré mientras Dios me conserve la vida.

 

Las personas mueren solamente cuando se les olvida, y la calidad humana, la generosidad de alma y el trato suave como una caricia a mi corazón que siempre tuvieron para mi, nunca serán olvidados, por lo tanto pueden estar tranquilos, porque todos sus seres queridos entre los cuales por supuesto me incluyo yo, los recordaremos siempre y tendrán cobijo seguro en nuestros corazones.
       

Que Dios los bendiga
ROSA ARENAS

 

 

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